En términos generales se podría decir que
son innumerables las motivaciones para realizar un trabajo de investigación que
integre el uso de tecnologías de apoyo para la población con discapacidad
visual, en un entorno donde el número de estudiantes con esta limitación va en
aumento en diferentes licenciaturas de la institución y donde parecen
insuficientes las iniciativas planteadas a nivel organizacional para
su inclusión en la escuela.
Sin embargo me pregunto y lo he venido
haciendo desde el inicio de este proyecto si sé realmente lo que esto significa
apartándome obviamente de mis motivaciones personales, ¿sabré realmente el
significado de este tipo de proyecto teniendo en cuenta que soy una persona
vidente y que en mi circulo cercano no tengo ninguna referencia de una persona
con discapacidad visual?, ¿podré identificarme con sus necesidades educativas
especiales?, ¿podré sentir las diferentes dificultades que tienen para su
ingreso a las aulas con estudiantes regulares?, o por el contrario simplemente seguiré siendo una invidente ante
estos aspectos.
Pero las anteriores no son la únicas
dudas que me asaltan y me acongojan, sigo pensando en la frase que escuche en
la licenciatura de educación especial de la UPN cuando les presente mis
intenciones,:
No quiero que cojan otra
vez a mis chinitos de “conejillos de indias”,
entonces nuevamente me asalta la incertidumbre y pienso si finalmente saque a
flote mi espíritu publicitario y me deje seducir por sus más bajas artimañas y
estaré utilizando este proyecto como lo llaman en publicidad como un “Trucho”
(campaña o pieza publicitaria creada específicamente para ganar festivales de
publicidad pero que no cumple con su fin último de vender), y escogí de repente
la idea ganadora, la idea que despertará sensibilidades al incluir la palabra
discapacidad en mis textos y argumentaciones pero que finalmente no
representará un cambio educativo para los estudiantes con discapacidad visual.
Finalmente y mientras escribo este texto
me hago las preguntas anteriormente planteadas y siento que encontré las
respuestas para cada una de ellas, en definitiva tengo todas las motivaciones
para el desarrollo de un proyecto social que sea representativo, que aporte
realmente a cambiar la situación de estos estudiantes en la institución, que
sea una iniciativa importante para la población con discapacidad visual, que
finalmente se hago uso de centro tiflotecnológico que tiene la institución al
servicio de los estudiantes con discapacidad, que sean más los estudiantes con
este tipo de necesidades especiales los que quieran ingresar a nuestra
institución al saber que tendrán un apoyo docente para enfrentar su proceso de
formación.
Luego de esto me siento más segura y
empoderada del tema tanto que llego a pensar que no importa mi condición
vidente para plantear este tipo de proyecto si sé que mis intenciones educativas
y de solución de una parte de la situación es importante y que aporta
verdaderamente a un cambio para apoyar a estos estudiantes en su vida
universitaria, y que mucho menos importa mi condición de publicista y sacaré un
proyecto que no venda que aporte.